Malaria, dengue, chicunkuya, zika: una actor común, el mosquito.

Malaria, dengue, chicunkuya, zika: una actor común, el mosquito.

Mosquito o sancudo, como quiera estamos hablando de lo mismo. Se trata de varias familias de insectos del orden de los dípteros, y el suborden de los nematóceros. Y aún más, y de manera más específica, la familia de los culícidos. El mosquito pasa por cuatro etapas de desarrollo: huevo, larva, crisálida y, finalmente, el mosquito adulto. Todo su ciclo de vida está vinculado al agua.

Por 13 años, del 1970 al 1983 estuve muy vinculado al tema de este impresionante insecto, pues en ese perído trabajé en el Servicio Nacional de la Malaria. Y aunque mi funciones eran más bien de naturaleza administrativa, siempre iba a curiosear con el personal técnico sobre el tema de la malaria y de quien era “su vector”, el mosquito o la mosquita; pues ahí aprendí que quien pica es ella y no él. Y ello así, porque la hembra se alimenta de la sangre de otros animales, es decir, es hematófoga. Existiendo una sola subfamilia de los culícidos que no ingiere sangre para vivir y sus larvas se convierten en predadoras de otras larvas de mosquitos, y es conocida como Toxorhynchites. ¿Qué interesante todo esto? El macho vive de la succión de jugos vegetales.

Más interesante todavía. ¿Por qué es la hembra quien pica y chupa sangre? Es una condición necesaria para que ella pueda inicar el proceso de puesta de huevos, es decir, necesariamente para que la mosquita pueda iniciar este proceso, requiere de la ingesta de sangre. Ese proceso de conoce en entomología como el ciclo gonotrófico. Y para realizar su función, las hembras cuentan con una probóscide dentada (órgano bucal), que además inyectan un anticoagulante y un analgesico de corta duración. ¡Qué considerada!

¿Y pueden imaginarse como nos detectan para llevar a cabo su “nefasta” función? A cada lado de la trompa o probóscide cuenta con unos finos filamentos o bigotes que detectan el dióxido de carbono (CO2) que todos los seres vivos emitimos al respirar. De esa maneral, y guiado con tan magnífico radar, se lanza a la consecución de su objetivo. ¡Qué belleza! Empiezo a tener hasta admiración por este pequeñísimo insecto.

La puesta de huevos solo requiere un poco de agua, se dice incluso, que un centímetro de agua puede ser suficiente para el proceso larvario del mosquito. Una cáscara de huevo, o tan solo una tapa de un frasco se constituye en la condición necesaria para este proceso.

De todos los tipos o variedades de mosquito, el Aedes aegypti, es quien transmite a través de su picadura la fiebre amarilla, el dengue, la chicunkuya y el zika. A un científico cubano, Carlos J. Finlay, le debemos el conocimiento que hoy tenemos sobre la función transmisora de la fiebre amarilla, información que data del 1881 (página web ecured.cu). La campaña de lucha contra este mosquito también se inició en Cuba en el 1953, ya que Cuba era considerada el principal reducto de Aedes aegypti en América.

Una pregunta obvia: ¿Y por qué los mosquitos (la mosquita) no se enferma de los virus que transmite?
Ninguna mosquita muere de fiebre amarilla, ni dengue, ni chikunkuya, como tampoco de zyka. Y es que a escala celular, ellas (las mosquitas) “aprendieron” a codificar diferentes tipos de proteínas virales, que actúan como “mediadores” que equilibran las interacciones entre el insecto y el virus, generando respuestas inmunitarias (o antivirales) frente al virus y la infección. Es decir, somos más inteligentes que los y las mosquitas, pero vamos a tener que aprender mucho de ellos y ellas para poder sobrevivir. (amazing.com).

Algo que siempre les oí a los especialista, e incluso lei en los informes de esa época, era el peligro del uso indiscriminado de los insecticidas, pues como el ciclo metabólico y de vida del mosquito es muy rápido y corto, en pocas generaciones se puede desarrollar la inmunidad a la concentración de insecticida que se trate.

Una curiosidad respecto al nombre de mosquito, el cual es muy generalizado, y es que algunas zonas o grupos poblacionales su nombra se deriva de éste insecto: En América Central hay toda una zona anegada y de mucha vegetación conocida como Costa de Mosquitos y sus habitantes son conocidos como miskitos. Todo ello por la gran cantidad de mosquitos que hay.

Hay otros insectos que se nutren de forma total o parcial con sangre, por ejemplo, la chinche, la garrapata, el jején, la ladilla, el piojo, etc. Alguién diría que hay otros seres, no insectos precisamente, que viven chupando la sangre de muchos y muchas. Todo esto y muchas otras cosas las puede encontrar en Wikipedia.

Según la página web batanga.com el tiempo de vida de un mosquito depende de varios factores: la humedad, la temperatura, la época del año y el sexo del mosquito. En este útimo caso, mientras el macho tiene un tiempo de vida de aproxidamente una semana, el de la hembra puede ser hasta un mes. Son tan resistentes y tienen una capacidad de adaptación tan grande que se dice que llevan en nuestro planeta más de 200 millones de años.

La lucha contra este insecto ha explorado diferentes ámbitos: el químico con el uso de insecticidas, repelentes, etc.; el biológico, promoviendo a sus depredadores (cría y distribución de peces en ríos y lagunas, como fue el caso nuestro con el conocido gupy, pecesito que aún adorna muchas de nuestras peceras domésticas); campañas, eliminando los focos de reproducción (actividad que hoy se despliega en muchos países); y educativas, promoviendo el conocimiento en la población de todas estas cuestiones, principalmente la transmisión de enfermedades y la eliminación y control de factores ambientales que le son propicios para su reproducción. En este último caso, deberíamos iniciar este proceso educativo en la misma escuela y desde los primeros grados del nivel primario, para que pudiéramos ir incorporando actitudes y comportamientos que contribuyan a la prevención.

Es nuestro caso, como en muchos otros países, el tema no es fácil, sobre todo porque somos un país tropical que “el día más claro llueve” y donde además se agrega el desorden urbano que propicia todo tipo de focos para el estancamiento de agua y, por tanto, el desarrollo de las condiciones más apropiadas para la reproducción de este insecto.
Desde el Minerd, y sobre todo los medios de comunicación social, debemos promover la educación ciudadana desde los primeros grados, con videos, folletos, y todas las estrategias que sean necesarias, de manera sistemática y continua, para tener mayor conciencia de lo que enfrentamos: “un animalito chiquito” que ha aprendido a lo largo de su larga trayectoria evolutiva en nuestro querido planeta como ser eficiente en su sobrevivencia como especie. Las campañas de limpieza y eliminación de criaderos es important, pero no suficiente como se puede apreciar.

Hace muchas años, cuando las musas me atraparon en las odas, escribí una Oda al Mosquito (21 de junio de 1983).

Oda al mosquito

Vives
por todas partes,
haga frío
o calor,
te luces
por tu figura
y sanguinaria
misión.

Díptero
insecto eres,
cilíndrico
tu cuerpo es,
finas y largas patas
y un aguijón pa´trabajar.

De macho
ansías el néctar,
y la sangre
cuando
hembra eres.
Y azotas
al mundo entero
en tu efímera
existencia.