Psicología Oriental

La Psicología Oriental es considerada una ciencia de la conciencia y la comprensión (Kuroda 1931).

Los orígenes de esta psicología se pueden encontrar desde muchos años antes de Cristo en la India y la China.  Los primeros autores que se encuentran son Confucio, Mencio, Liu-Shao, y otros. Hacia los años 400 a.c., Confucio describió la moralidad basándola en tres facultades: sabiduría, benevolencia y valor. Más adelante, hacia los años 200 a.c., Mencio la basó en cinco elementos: benevolencia, rectitud, corrección, sabiduría y sinceridad. Liu-shao estudió los rasgos de la personalidad basándose en los elementos del universo: madera, fuego, tierra, metal y agua; él suponía que el cuerpo, el temperamento, el deber y la moralidad tenían cada uno cinco características que se correspondían a los elementos del universo.

Aunque por mucho tiempo poco conocida en Occidente, hoy muchas personas, y de manera particular, del campo de la psicología, se han ido aproximando a este pensamiento y perspectiva de comprensión de lo humano. Cabe señalar los aportes de Abraham Maslow con su propuesta de una Psicología Transcendental, donde asume algunos conceptos propios de la “sabiduría oriental”.

Son igualmente importantes las reflexiones que el Dalay Lama, líder político-religioso del pueblo tibetano, hace sobre algunas cuestiones de la conciencia en su producción literaria, y de manera especial, en los debates que ha ido provocando entre científicos de las ciencias naturales y la psicología, así como filósofos y pensadores contemporáneos, en las conferencias Mente y Vida.

Psicología Oriental Clásica:

Desde hace miles de años, los estudios psicológicos o las reflexiones en torno a lo psicológico, han tenido una atención especial en el pensamiento de la India y la China, particularmente en el budismo. Se plantea la existencia de cuatros estadios en el proceso mental: el dormir, el soñar, los estados de vigilia y la supraconciencia (Akhilananda, 1953). Los dos primeros pertenecen al subconsciente y son aspectos importantes de la experiencia humana. La mayor parte de los sistemas psicológicos occidentales ocupan su atención en el aspecto intelectual de la conciencia o la experiencia.

Se le otorga especial atención al subconsciente (samskara, en sánscrito), al considerarlo una integración de experiencias pasadas, impresiones y tendencias de la persona. Para la psicología hindú el impulso básico apunta a la felicidad eterna o a la liberación completa de toda atadura, y no a los impulsos sexuales y de muerte. Los humanistas hablan de unimpulso hacia el crecimiento, la salud y la adaptación del individuo (Carl Rogers).

La supraconciencia (samadhi, en sánscrito) no tiene correlatos en el pensamiento psicológico occidental, y se trata de una experiencia de iluminación espiritual, de la que la persona no es consciente ni subconsciente. Tampoco debe correlacionarse con la alucinación o estados patológicos, ya que a partir de estos no puede alcanzarse la comprensión espiritual. “Puede considerarse una experiencia mística, pero sólo en el sentido de que no es una experiencia intelectual sino total de mente-cuerpo, o una integración holista del sí mismo y el mundo (hay algo parecido dentro de la perspectiva fenomenológica). Para alcanzar el samadhi (o supraconciencia) los hindúes y los budistas han desarrollado diferentes métodos, entre ellos: el yoga (en sánscrito significa unión) y el zen (meditación en japonés).

Aportes del Dalay Lama:

Según el Dalay Lama[1]  para que el estudio de la conciencia sea completo, se precisa de una metodología que no solo explique lo que sucede en los niveles neurobiológico y bioquímico sino también la experiencia subjetiva de la propia conciencia.

Según él, las tradiciones contemplativas en general ponen el énfasis en la investigación subjetiva, en primera persona, de la naturaleza y las funciones de la conciencia,

entrenando la mente para que se centre de forma disciplinada en sus propios estados internos.

El budismo denomina este entrenamiento mental bhavana (meditación). Significa en sánscrito cultivar un hábito. Los tibetanos usan la palabra gom que significa familiarizarse. Se trata de una práctica disciplinada que cultiva la familiaridad con un objeto dado, sea externo al individuo, o de una experiencia interna. Es importante señalar, que para el Dalay Lama la mejor opción es combinar el método de la primera persona con las metodologías de investigación occidental, o de tercera persona, y para ello no duda en señalar la importancia que tendría el uso de la resonancia magnética, a fin de observar las conexiones nerviosas, las alteraciones bioquímicas, las partes del cerebro asociadas con actividades mentales específicas y los procesos temporales con que la mente responde a los estímulos.

Es indiscutible que estamos ante una perspectiva muy diferente al pensamiento científico occidental, pero que plantea retos importante a la compresión de la vida humana y del papel que juega los procesos internos humanos en su comportamiento.

 


[1] (Shinkuro Iwahara. Psicología Oriental. Tomado de Sistemas y Teorías Psicológicos Contemporáneos de M.H. Marx y W.A. Hillix. Editorial Paidós, Buenos Aires.)

[2} Dalay Lama (2007). El Universo en un solo átomo. DeBols!llo. España.