LO QUE REVELAN LOS DATOS DE LA EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA DE 3º Y 6º DE PRIMARIA.

En los años 2017 y 2018, la Dirección de Evaluación y Control del Ministerio de Educación de República Dominicana (MINERD), puso en circulación dos importantes diagnósticos nacionales censales que evalúan logros de aprendizajes en Lecto-escritura y Matemática de los estudiantes de 3º, además en Ciencias Sociales y Ciencias de la Naturaleza en 6º de la Primaria. Dichas evaluaciones incluyeron a estudiantes del sector público como del privado, permitiendo hacer algunas comparaciones e inferencias al momento de describir y analizar estos resultados, así como la formulación de hipótesis para estudios posteriores.

La Evaluación Diagnóstica de 3º fue aplicada del 15 al 25 de mayo de 2017 a una población estudiantil de 176,772; en el caso de 6º los procesos evaluativos fueron realizados del 16 al 29 de mayo de 2018 en 5,821 centros educativos, distribuyéndose el número de estudiantes por asignatura evaluada de la manera siguiente: Lectura: 158,283 (95.2% de la matrícula); Matemática: 158,527 (95.4%); Ciencias Sociales: 158,754 (95.5%) y Ciencias de la Naturaleza: 158,797 (95.5%). Los porcentajes son el peso relativo de participación según la población de estudiantes.

Al considerar la zona de ubicación de las escuelas, el 30.2% de la matrícula corresponde con las zonas rurales, mientras el resto (69.8%) con las zonas urbanas.

Con respecto al sexo, mientras el 51% fueron niñas y el resto (49%) niños.

Para comprender los puntajes promedios de la evaluación de tercero, es preciso saber que la misma se estructura con un máximo de 450 puntos y un mínimo de 150, con una media de 300 puntos; para el caso de 6º de primaria se estableció una media de 300 puntos con una desviación estándar de 50. Éste último valor estadístico permite conocer el grado de variabilidad de los resultados del conjunto de los estudiantes, es decir, qué tan dispersos u homogéneos son estos datos con respecto al valor central o media. El valor de dispersión sirve como un buen indicador del grado de equidad.

Por otra parte, para ambos grados y asignaturas se establecieron tres niveles de desempeño, a saber: Elemental, Aceptable y Satisfactorio, respondiendo al desarrollo de las competencias mostrados por los estudiantes, a partir de los puntajes obtenidos en dichas pruebas.

El conocimiento de los porcentajes de estudiantes que caen en cada uno de estos niveles posibilita el diseño de planes particularizados, que respondan a las necesidades de estos estudiantes. Se ha de presuponer que las acciones de reforzamiento que supone caer en la categoría de elemental, no será igual para quiénes se ubiquen como aceptable o, incluso, satisfactorio.

Resultados generales:
Aunque el propósito principal de este trabajo es analizar el comportamiento de los logros alcanzados por las y los estudiantes en las evaluaciones diagnósticas de 3º y 6º de primaria en relación con los quintiles definidos, no se puede obviar que en general estos resultados distan mucho de las expectativas que se han planteado desde el primer Plan Decenal de Educación 1992-2002. Aún una minoría significativa alcanza la categoría de «satisfactorio». En el apartado que sigue, se presentan los porcentajes de estudiantes por grado, asignatura y categoría.

Resultados por Niveles de Desempeño
Como se observa, en el caso de tercero de primaria, los mayores porcentajes de estudiantes caen en el nivel de desempeño elemental en Lectura y Matemática (50.10% y 44.20% respectivamente). En sexto de primaria Matemática y Ciencias de la Naturaleza muestran los mayores porcentajes de estudiantes con nivel elemental (63.80% y 51.50% respectivamente). Con un nivel satisfactorio de acuerdo con las expectativas curriculares destacan los porcentajes de estudiantes en Matemática de tercero y Lectura de sexto grado (27.40% para ambos casos). Llama la atención la diferencia porcentual en la categoría satisfactorio entre tercero y sexto grado, que alcanza una diferencia porcentual de 23.3%.

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Estos resultados ratifican la necesidad de continuar los esfuerzos por mejorar la alfabetización, en lecto-escritura y matemática, en los primeros grados, los cuales se constituyen en un factor de éxito en el futuro de los niños y las niñas, asegurándoles mayores posibilidades de desarrollo, al mismo tiempo que de permanencia en el sistema educativo.

Al adentrarnos en el análisis de estos resultados, si bien es cierto que el factor socioeconómico sigue siendo el predictor más potente, pues la variabilidad de estos logros guarda una relación directa con el nivel socioeconómico, como era de esperar, se podrá observar que escuelas situadas en el quintil 1, de mayor privación económica, sus estudiantes alcanzan logros iguales o superiores a lo esperado respecto con otros quintiles.

Resultados por quintiles
A partir del cuestionario de información sobre las familias se construyeron cinco quintiles socioeconómicos, siendo el quintil 1 el más pobre o de menores ingresos y el quintil 5 el más rico o el de mayores ingresos.

Al considerar la unidad escolar, es decir, los centros educativos, resulta interesante el comportamiento de estos datos.

Evaluación diagnóstica de tercer grado de primaria:
La tabla y gráfico que siguen a continuación, muestran el número y porcentaje de centros cuyos promedios, en la evaluación diagnóstica de tercero, se colocan por encima de 400 puntos. En total 405 centros educativos cumplen con este criterio. La distribución de los centros educativos por quintil es como sigue:

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Como se aprecia en términos relativos, la distribución de los centros educativos con resultados promedios igual o superior a 400 puntos por quintiles es ligeramente desigual (con la excepción de los quintiles 2 y 3), con un rango total de 10.12 que va del 16.30% del quintil 5 a 26.42% para el quintil 4.

Llama la atención que, en términos relativos, el quintil 1 con los centros más pobres presenta un porcentaje mayor que el del quintil 5, con una diferencia a favor del primero de 1.48%.

El diagrama que sigue, conocido como gráfico de caja-bigotes, es una representación del comportamiento de los tres cuartiles, así como los valores mínimo y máximo de los datos, e incluso, los valores atípicos representados por puntos o bolitas. Al mismo tiempo muestra otras dos características interesantes, como son la dispersión y la simetría, es decir, que tan parecidos o no son los resultados del grupo de estudiantes de estos centros educativos respecto a la media. Mientras el primer cuartil representa el 25% de los valores de la distribución; el segundo cuartil, representa los valores centrales de la distribución, correspondiendo con la mediana de dicha distribución; y, finalmente, el tercer cuartil se corresponde con aquellos valores que sobrepasan el 75% de los valores de la distribución. Las líneas hacia arriba y abajo fuera de cada caja, son conocidos como bigotes. La menor o mayor prolongación de ésta línea, nos hace entender el grado de concentración o dispersión de los datos. Como lo decíamos anteriormente, los casos que sobrepasan estos límites, son marcados e identificados individualmente con bolitas.

Como se aprecia, un grupo de centros educativos del quintil 1 presenta resultados que pueden ser considerados como muy positivos. Su mediana o promedio del quintil, se coloca por encima de los quintiles 2 y 3, ligeramente cercana a la del quintil 4, y por debajo del quintil 5.

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Por otra parte, el cuartil superior que representa el 75% de los valores de la distribución, es ligeramente superior (un número mayor de calificaciones de estudiantes) en el quintil 1 con respecto a los demás quintiles, con excepción del quintil 5. En cambio, los valores extremos, representados por el «bigote», es mayor en el caso del quintil 1 respecto al quintil 5.

Aunque en sentido general se acepta que el estatus socioeconómico es un factor que pesa en los logros de aprendizaje, sin embargo, estos datos muestran que hay centros «atípicos» que se constituyen en la excepción, pues siendo del quintil más pobres sus resultados, o son iguales o son superiores a los quintiles que están por encima de ellos.
Dicho de otra manera, hay estudiantes del quintil 1 cuyos logros de aprendizaje son iguales o superiores a los de estudiantes del quintil 5. Éste es un dato importante. Es necesario conocer de las características de dichos estudiantes, como también de los perfiles de la gestión institucional y pedagógica que se desarrollan en dichas escuelas, o de cualquier otro factor que pueda explicar el comportamiento de estos datos.
Este mismo comportamiento, con algunas variaciones, se observan en los resultados de Lecto-escritura de tercer grado.

Como se observa en la tabla que sigue, la diferencia porcentual entre los quintiles 1 y 5 es de 1.08%, a favor del quintil 1. Es decir, se sigue manteniendo en la lecto-escritura un comportamiento similar al de matemática. Por otra parte, es curiosa la distribución porcentual entre todos los quintiles, cuyas diferencias no son tan notables.

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Una reflexión necesaria:
Los datos presentados se corresponden con los logros de aprendizaje de los estudiantes del tercero de primaria en la evaluación diagnóstica realizada en las áreas de matemática y lecto-escritura en el 2017. Estaríamos hablando de estudiantes que, hasta ese momento, su experiencia escolar, se circunscribe a los tres primeros años de sus escuelas. Cabría preguntarse si dicho comportamiento se sostiene en los siguientes años y/o si los maestros del segundo ciclo de primaria dan continuidad a los esfuerzos desarrollados por los del primer ciclo.

Como la evaluación diagnóstica de sexto grado de primaria se realizó al año siguiente (2018), es pertinente preguntarse si los estudiantes de esas mismas escuelas muestran logros parecidos relacionados con sus propias características, así como a la de la gestión de su personal docente, y de ese modo contar con una mayor certeza acerca de los resultados en tercero de primaria, obtenidos en la diagnóstica de ese mismo grado en el 2017.

Características de las escuelas:
En esta evaluación diagnóstica de tercero de primaria, hay 21 escuelas públicas del quintil 1 cuyos resultados fueron superiores a los del quintil 5. Todas son del sector rural: 13, del sector rural propiamente, 7 rural aislada, y 1 rural turística. Al considerar la tanda: 13 son de Jornada Extendida; 4 matutina, y 4 matutina-vespertina.
Las escuelas son las siguientes: Santa Elena (15) de Regional de Barahona; Prof. Alejandro Lara (Los Memisos), Los Yareyes, Benjamín Contreras (La Cana), Ramón Alcántara (Tocino de Joca), San José, Río Arriba del Sur de la Regional de San Juan de la Maguana; Las Lagunas de la Regional de Azua; Alejandrina Ramírez Guzmán Calderón y Santana de la Regional de San Cristóbal; Alto Grande y Ojo de Agua de la Vega; La Ceiba y El Jobito de San Francisco de Macorís; Simón Bolivar (Los Naranjos) de Santiago de los Caballeros; Sixto Morel Rodríguez (Las Manaclas) de Puerto Plata; Trinitaria de Montecristi; Alto de Naranjo de Cotuí y Sor Juana Inés de la Cruz (El Botao), Prof. Octavio Vásquez González (Los Guineos) y Heriberto Rodríguez (El Maniel) de la Regional de Monte Plata.

Evaluación diagnóstica de sexto grado:
Los resultados, para el caso de sexto de primaria en matemática cambian ligeramente en favor del quintil 5, con una diferencia porcentual a su favor de 6.29%. (Tabla que sigue).

Dos cosas llaman la atención al observar el gráfico que sigue a continuación, por un lado, se produce un mayor achatamiento de los resultados en los quintiles 2, 3 y 4 alrededor de la mediana, al mismo tiempo que se observan en todos los quintiles centros educativos con valores extremos, por encima de los 400 puntos.

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En esta evaluación de la matemática el porcentaje de diferencia entre las medianas de los quintiles 1 y 5 es ligeramente mayor (6.29%) para éste último (ver tabla siguiente). Obsérvese que ningún centro educativo del quintil 3 presenta promedios por encima de 400 puntos.

Por otra parte, la distancia se acrecienta entre el quintil 5 respecto a los anteriores, presentando una mediana muy por encima de éstos. Es decir, las oportunidades que ofrece dicho quintil ahonda la brecha. Esto reafirma lo que hemos planteado en muchas ocasiones: «No hay peor situación que un niño o una niña pobre estudie en una escuela pobremente gestionada», pues su realidad de pobreza puede crecer no matemática, sino geométricamente.

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Por otro lado, y con la excepción del quintil 3, siguen apareciendo centros con valores atípicos por encima de los 400 puntos.

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En el caso de 6º de primaria hay 48 centros educativos del quintil 1 con promedios superiores a los del quintil 5. De estos, solo un (1) centro es de zona urbana, el resto 27 de la zona rural; 19 de la zona rural aislada y uno (1) rural turística.

Estos centros educativos por regional son los siguientes: Regional de Barahona un centro, El Guayuyal; San Juan de la Maguana once (11) centros: Prof. Napoleón Mora (Las Cañitas), Río Arriba del Sur, Prof. Octavio Ramírez Duval (Guayabal), Alfonso Agustín Bordas (Arroyo Grande), Evaristo Linares Santana, Enealio de la Rosa Cuello (Chalona), Las Carreras, Loma del Yaque, El Dajao, La Jagua y Catana Matías; Azua tres (3) centros: Los Ladrillos, Las Lagunas y Cañada Grande; San Cristóbal siete (7) centros; Los Naranjos, Alejandrina Ramírez Guzmán Calderon, Aura Estela Núñez, Monteada Nueva, El Limón, Francisco Florentino Duvergé y Sonia Altagracia Peña; San Pedro de Macorís, dos (2) centros: La Parcela y Fundación Comunitaria Juvenil; La Vega cuatro (4) Centros: Cayetanos, Alto Grande, Los Limoncitos y Ojo de Agua; San Francisco de Macorís tres (3) centros: La Ceiba, El Atravesado y el Jobito; Santiago un (1) centro: Simón Bolivar (Los Naranjos); Puerto Plata siete (7) centros: José Apolinar Núñez (La Vereda), Pescado Bobo Abajo, Albertino Cabrera Arias (Quita Sueño), El Toro, Arca de Noe, Sixto Morel Rodríguez (Las Manaclas) y La Cabirma; Monte Cristi dos (2) centros: Sabana Barón y Trinitaria; Nagua dos (2) centros: Alfredo Gonzáles (Pozo Amarillo) y George Dickson Williams (Loma Atravezada); Cotuí un (1) centro: Alto de Naranjo; Monte Plata cuatro (4) centros: Prof. Octavio Vásquez González (Los Guineos), Sor Juana Inés de la Cruz (El Botao), Mauricio Báez (Pie de la Loma) y Ernesto Vásquez Batista (Las Cañas).

Quizás lo más relevante de este tema es saber que hay trece (13) centros que coinciden en matemática y lectura, tanto en 3º como 6º de primaria, con altos niveles de logros, y estos son: Río Arriba (San Juan de la Maguana); Las Lagunas (Azua); Alejandrina Ramírez Guzmán Calderon (San Cristóbal); Ojo de Agua y Alto Grande (La Vega); La Ceiba y El Jobito (San Francisco de Macorís); Simón Bolivar – Los Naranjos (Santiago); Sixto Morel Rodríguez – Las Manaclas (Puerto Plata); Trinitaria (Monte Cristi); Alto del Naranjo (Cotuí), y Sor Juana Inés de la Cruz – El Botao y Prof. Octavio Vásquez González – Los Guineos (Monte Plata).

Reflexionando a partir de los resultados:
Tanto para el caso de 3º como de 6º, si se observan los gráficos se pudiera afirmar un nivel de dispersión relativamente alto en los cinco quintiles y en las asignaturas consideradas. En el quintil 1 de tercero se aprecia una mayor dispersión; esto cambia en el caso de sexto en que la dispersión del quintil 5 se hace más amplia, sobre todo en matemática. Otro aspecto curioso es el achatamiento de la caja en tercero, significativamente mayor en los quintiles 2, 3 y 4, sobre todo en sexto de matemática, que en esta última asignatura los valores dispersos, hacia arriba o abajo en los quintiles señalados, tiene un comportamiento particular. De otra manera, el número de estudiantes que se sitúan cerca del valor medio, es relativamente menor que en los quintiles 1 y 5.

Tome en cuenta que mientras mayor es la dispersión, menor es la igualdad y, por supuesto, mayor inequidad. De acuerdo a la Política 9 de Plan Decenal de Educación, es necesario discriminar positivamente en aquellos estudiantes de zonas más vulnerable, que en nuestro caso significa, mayor pobreza.

Un aspecto interesante, es el peso del factor socioeconómico cuando se trata de la lecto-escritura, y que se aprecia en sexto grado, donde la mediana y los valores a su alrededor, se separan de manera significativa del resto. Se pudiera afirmar la hipótesis de que el dominio de la lecto-escritura es un factor clave que profundiza la distancia entre los centros educativos y, por tanto, entre los mismos estudiantes.

Pongamos atención con lo que sigue a continuación:
Un dato relevante, que se mantiene en ambas asignaturas por igual, tanto para tercero como sexto grados, es el porcentaje de centros del quintil1 (tercero) y quintil 2 (sexto) por encima del promedio del quintil5. Mientras que para tercero dicho porcentaje es del 20.2%, para sexto grado de primaria es de 16.2%. Ver los gráficos que siguen:

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Estos resultados confirman que sin bien los factores socioeconómicos son muy importantes a la hora de predecir logros de aprendizaje, sin embargo, una política bien ejecutada y que asegure una educación de calidad en los sectores más empobrecidos, puede hacer la diferencia.

Dos cuestiones para finalizar esta primera parte:
1) Es importante continuar los esfuerzos por mejorar la alfabetización en lecto-escritura y matemática en los primeros grados, lo que supone, entre otras cosas, mayor acompañamiento y formación continua de los maestros, como el diseño y desarrollo de innovaciones efectivas para alcanzar dichos propósitos. Este proceso debe ser acompañado por un proceso de evaluación continua para fines de verificar avances, al mismo tiempo que ofrecer retroalimentación continua para los ajustes necesarios en los programas de intervención. No basta con que se lleven a cabo, es necesario valorar en qué medida se están alcanzando los objetivos.

2) Pienso, sin embargo, que la escuela debe ser re-pensada completamente. En un mundo como el de hoy, donde el conocimiento es público y al acceso de todos, los roles de maestro y alumno deben cambiar radicalmente. La escuela no puede continuar organizada en función de la pizarra y el accionar del maestro o la maestra, mientras los alumnos son reducidos a meros espectadores. No se puede continuar con el esquema que presupone uno que sabe y otro que aprende. O quizás más bien: un sujeto «que hace como que enseñanza» y otro sujeto «que hace como que aprende». Recordemos aquellas pistas y recomendaciones que nos hacía Jacques Delors en su libro «La educación encierra un tesoro», y que les llamó los cuatro pilares: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, aprender a ser. Se trata de organizar una escuela para que genere procesos que ofrezcan mayores oportunidades para el aprendizaje y que puedan, al mismo tiempo y, simultáneamente, generar mayores capacidades como institución de aprender. La escuela como comunidad de aprendizaje. Niños de escuelas pobres que aprenden, a pesar de sus condiciones de pobreza, abre las puertas para la reflexión profunda sobre el tema.

Algunas reflexiones finales:
1. Resulta incuestionable que, de los factores considerados para explicar los resultados de estas evaluaciones, el nivel socioeconómico es el que tiene mayor peso, tanto en Tercero como en Sexto de Primaria. La tabla que sigue muestra los promedios por quintiles y se verifica su aumento gradual del quintil1 al quintil5, en ambos grados y en todas las asignaturas.

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2. Sin embargo, hay un número relativamente apreciable de centros educativos del quintil 1, tanto en Tercero como en Sexto de Primaria, cuyas calificaciones son iguales o superiores a las del quintil 5. En Lecto-escritura estos números son: 374 y 106 centros de tercero y sexto de primaria respectivamente. En matemática, 453 y 218 para tercero y sexto. Ahora bien, hay 21 centros educativos que en Lecto-escritura coinciden en su posición en ambas evaluaciones diagnósticas; para el caso de matemática, el número de centros coincidentes son 48.

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La mayoría de los centros educativos, que en ambas evaluaciones coinciden por sus altos logros en Lecto-escritura, están en la zona rural (61.9%), le siguen los de la zona rural aislada (33.3%). Detalle tabla que sigue:

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En su gran mayoría (61.9%) estos centros están bajo la modalidad de jornada extendida. Ver tabla que sigue:

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Los datos, para el caso de la Matemática, son como siguen:

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3. Un aspecto muy concreto que llama la atención en las referidas evaluaciones analizadas, es el relativo a la sobre-edad. Hay quienes plantean que dicho fenómeno debería tomarse como una oportunidad de poder desarrollar procesos interactivos en las aulas, de tal manera que estas diferencias contribuyan con el proceso de aprendizaje en general. Al ver los resultados se abren, sin embargo, muchas interrogantes al respecto, pues éste fenómeno se asocia directamente con el «abandono» o «exclusión» de estudiantes. Veamos estos resultados.

Como se puede observar, al considerar los resultados de tercero de primaria para ambas áreas evaluadas según los niveles de desempeño y grupos de edad, es evidente el peso que dicho factor tiene en el proceso de aprendizaje.

En sentido general, los porcentajes referidos al nivel elemental destacan en ambas áreas, lo que resulta interesante es apreciar las diferencias cuando al considerar éste factor: para lecto-escritura es una diferencia de 19.1%, mientras que para la matemática es de 15.9%. Estas diferencias se aprecian de la misma manera en los otros niveles de desempeño.

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Al considerar el sexto grado, las diferencias en los resultados en el nivel elemental son importantes: 16.8% (Lengua Española); 16-4% (Matemática); 18.2% (Ciencias Sociales) y 16.4% (Ciencias de la Naturaleza). La sobre-edad en el nivel primario se asocia principalmente a la repetición.

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Concluyo, por el momento, señalando lo siguiente: estos resultados nos plantean los grandes retos que afronta la educación dominicana, particularmente el relativo a cuestiones de justicia y equidad. Es necesario que los centros situados en las mayores condiciones de vulnerabilidad, sean atendidos de manera prioritaria y con el mayor nivel de compromiso por la justicia y la equidad. Ésa sería una inversión de alto retorno y beneficio social. El mejor ejemplo lo constituyen esos centros que, a pesar de sus condiciones de pobreza, obtienen altos logros. A lo mejor no son docentes de excelencia, pero no cabe dudas de que son maestros que hacen la diferencia, y que sus estudiantes pobres encuentran en ellos oportunidades para aprender y desarrollarse.

De ser así, es importante estudiar la gestión, tanto institucional como pedagógica, a fin de identificar aquellas características que pueden estar haciendo la diferencia.

 

 

Sobre la repetición escolar

Hoy en el Ministerio de Educación de la República Dominicana, y en otros ámbitos e instituciones del sector educativo del país, se viene reflexionando y dialogando con respecto a un tema muy específico: la no repetición en los dos primeros grados del primer ciclo del nivel primario. Hay posiciones encontradas. Unos piensan que debe haber evaluación en todos los grados, como requisito para avanzar; otros entienden que el criterio para avanzar no debe estar en ese mecanismo, que el niño y la niña deben avanzar hasta el segundo grado y la maestra asegurar los procesos de desarrollo y aprendizaje en los y las estudiantes. No significa que haya evaluación, sino que esta debe ser fundamentalmente diagnostica y procesual. En la primera postura la evaluación sumativa debe ser determinante del pase de grados.

Con la reforma de la educación de principio de la década de los ´90, y con la nueva propuesta curricular contenida en la Ordenanza 1´95, se tomó la decisión de que los niños y niñas de los dos primeros grados avanzaban de curso y con ellos, la propia maestra. Con ellos se pretendía lograr que el proceso de desarrollo de aprendizaje de la lectoescritura y los principios básicos de la matemática se fueran desarrollando. La evidencia estadística de los años ochenta mostraban los altos niveles de abandono de los y las estudiantes en esos primeros grados. Además, también era muy evidente las consecuencias posteriores, particularmente, el crecimiento de la población de estudiantes rezagados, de sobreedad, en los grados posteriores. El problema que planteaba entonces la sobreedad, era las grandes dificultades que estos niños tenían para aprender. Además de los problemas de autoestima que les generaba, al ser comparados con los y las estudiantes en la edad requerida para el grado. Esta situación se constituía en un factor limitante para aprender. Además, se argumentaba que las teorías del aprendizaje explicaban que en los procesos mismos de los aprendizajes, los ritmos son diferentes entre los y las niñas.

Con tal de encarar los dos problemas señalados, abandono prematuro y bajo niveles de aprendizaje, se tomó la decisión de que en los dos primeros grados los niños y niñas avanzaran junto con sus maestras, y estas, pudieran asegurar un mayor desarrollo de los y las estudiantes en estos dos grados. A pesar de la normativa, sin embargo, aún hoy se pueden verificar altos porcentajes de repetición en esos mismos grados, elevándose de manera significativa, en el tercer grado.

La evidencia de la investigación educativa señala, que la repetición no asegura aprendizaje, más bien todo lo contrario, mientras más repite un niño menos aprende. Se ha planteado, además, que el costo de la repetición en América Latina y el Caribe, es extremadamente alto, sin que esto haya repercutido en una educación de mayor calidad.

Hoy se debate el tema de nuevo, y un sector del país, quiere poner en esta medida de la “no repetición”, la razón fundamental de los bajos logros en las Pruebas Nacionales y en los estudios diagnósticos nacionales e internacionales. Ver los temas educativos por aislados y sin las debidas interconexiones entre ellos, nos puede conducir a análisis simplistas, y peor aún, a tomar decisiones complicadas, que al final hacen más complejos los problemas que se pretender resolver..

Hoy estamos recibiendo los resultados del Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE), y en el Informe de Resultados y Factores Asociados, en su página 3 se señala lo siguiente respecto al tema de la repetición:

“La evidencia arrojada por el estudio TERCE muestra que la repetición es uno de los factores que tiene una relación negativa de mayor magnitud con el rendimiento. Este resultado es consistente con la evidencia recolectada en el previo estudio regional (Treviño et al, 2010). La repetición, orientada supuestamente a mejorar los aprendizajes de los estudiantes, aparece como un mecanismo ineficaz que se asocia con menores aprendizajes. Es posible que traiga consigo problemas de estigmatización, motivación y de ambiente de aula que dificulten el desempeño de los estudiantes que han repetido grado. Por ese motivo, es indispensable buscar fórmulas preventivas para evitar el rezago y dejar la repetición como último recurso en situaciones excepcionales”.

Los resultados del TERCE reafirma el conocimiento que ya se tiene sobre el peso de la no repetición en los logros de aprendizajes. Por ejemplo en ese mismo Informe, página 8, y respecto a las prácticas de aula se dice: “Los resultados del TERCE reiteran la importancia del clima de aula sobre el logro académico de los estudiantes de la región. La evidencia muestra que los procesos de aprendizaje se benefician cuando las relaciones entre los actores son cordiales, colaborativas y respetuosas”. Esta información habla de gestión de aula. He planteado muchas veces y lo seguiré haciendo que “no hay peor situación que un niño o una niña pobre estudie en una escuela pobremente gestionada”.

No se puede negar los factores propios de las personas en los procesos de aprendizaje, tales como el interés, la motivación, entre otros, pero es función del maestro desarrollar en el niño y la niña estas características con el fin de incentivar los procesos de aprendizaje.

Es mi modo de pensar que el tema en el país debe ser cuidadosamente discutido. No caigamos en el simplismo de pretender analizar los problemas solo a partir de las experiencias personales, y sobre todo para tomar decisiones en materia de política educativa. Tomamos una buena decisión, pero pienso que estuvo muy mal acompañada. Los procesos de formación docente, de seguimiento del docente en aula, ha resultado históricamente ineficiente. Esta es la razón fundamental de los bajos logros, no es la no repetición.

Tenemos mucho tiempo discutiendo el tema de la formación docente, pero aún son muy limitadas, o por lo menos insuficientes, las medidas que se han tomado para mejorar esta formación de manera significativa. Sigue siendo una formación tradicional, memorística, incapaz de transformar al docente en formación, y por supuesto, incapaz de desarrollar altas competencias profesionales en los maestros, para el cumplimiento eficaz de su función docente.

En el día del maestro…

A principio de los años 70 fui maestro de Historia Universal y Dibujo Lineal en el Centro Educativo Santo Tomás de Aquino de la Zona Colonial (CESTA), al mismo tiempo que Subdirector del mismo.

La experiencia como maestro y sus consecuencias las he podido vivir recientemente cuando fui invitado por uno de esos estudiantes a compartir  con un grupo de ellos en la Ruina de San Nicolás de la misma zona. Allí nos encontramos, ya casi “como hombres y mujeres de cierta edad”, en la que no faltaron las chanzas propias de “cómo te ha tratado la vida”. Fue un momento interesante. Algunos de ellos recordaban situaciones, de las que yo, como su profesor, ni idea tenía. Reímos a más no poder, con sus hazañas, y también, con sus “ingenuidades”, como aquella en que uno de ellos sirvió como maestro de ceremonia en una noche de encuentro con la familia, y donde daba las gracias por la presencia de “a las madres póstumas”. ¡Imagínense aquello!

La mayor gratificación es cuando te hacen sentir que de alguna u otra manera impactaste sus vidas. Que su actitud ante la realidad y su visión de las cosas cambiaron con la experiencia en el CESTA. Que de alguna manera encuentran en su vida adulta una huella que está ahí, y que les lleva a recordar aquellos años en el “Colegio”.

Quienes nos metimos en esa experiencia educativa, invitados por el amigo Salvador Espinal, coincidimos todos en reconocer la importancia que ésta tuvo, incluso en cada uno de nosotros: Marcos Villamán, Julio César Mejía, Valentín Frias, Miguel Suazo, Dilenia Medina, el propio Salvador Espinal, Julio César Sánchez, Julio César Zayas, Márgara Valeirón, la profe Enilsa, y otras  personas, que creyeron que era posible una educación diferente. No olvido un afiche que se hizo famoso en toda la Zona Colonial con el cual invitábamos a las familias a inscribir a sus hijos e hijas en el Colegio: “La educación no es cosa de juegos”.

Años más tarde me incorporé a la docencia universitaria, al principio en la Universidad O&M, así como en la Universidad Católica de Santo Domingo. En esos dos centros de formación profesional duré poco tiempo. Posteriormente en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña del 1980 al 90, la Universidad Autónoma de Santo Domingo desde 1983 hasta el 2014 y el Instituto Tecnológico de Santo Domingo, desde el 1983 hasta la fecha. En INTEC soy profesor de la carrera de psicología y he alcanzado la categoría de Profesor Pleno y de Profeso Titular.

No puedo obviar que a principios de los años 60, en el Oratorio Don Bosco, no solo fui catequista, sino también coordinador de grupos como el “Domingo Savio”. Otra manera de formar jóvenes.

Todos estos años dedicados a la formación de jóvenes me ha dejado grandes lecciones como maestro:

·        La primera lección, antes que nada se trata de seres humanos que nos vinculamos en una relación educativa para crecer juntos, para ser mejores personas.

·        Segunda lección, cree en los jóvenes, ellos son capaces de llegar muy lejos si les ofreces buenas oportunidades en su proceso de desarrollo.

·        Tercera lección, no creas tener todas las respuestas a todas las preguntas, es preferible decir no sé, no lo había pensado, que inventar una respuesta que solo genere dudas acerca de ti mismo como educador.

·        Cuarta lección, antes que hablar escucha. Las mentes de los jóvenes es como una tormenta, que a veces busca retar, otras veces solo despejar dudas, y muchas otras saciar la curiosidad que les nace por creer siempre que hay otras maneras de entender las cosas.

·        Quinta lección, dale tiempo a sus inquietudes que parecen estar fuera del contexto de clase. Muchas de ellas obedecen a la búsqueda de sentido de sus propias vidas.

·        Sexta lección, crea un ambiente positivo, en que ellos y ellas se sientan valoradas, estimadas por lo que son.

·        Séptima lección, conecta sus vidas con lo que está pasando en el mundo, en la realidad misma del país; hazlos sentirse que ellos tienen y deben aportar soluciones a los temas de la pobreza, los niños y niñas que trabajan, la violencia intrafamiliar y social, y tantos otros temas que hoy se debaten en todos los medios.

·        Octava lección, rétalos a pensar de manera diferente, a descubrir que siempre pueden haber explicaciones alternativas.

·        Novena lección, promueve en ellos la lectura, a indagar, y sobre todo, a escribir sus ideas. Ellos son depositarios de ideas geniales.

·        Décima lección, recuerda que son seres humanos, y que como tales, no solo están para pensar de manera lógica – lo que es importante- sino también intuir a partir de sus propias emociones, lo que no aparece de manera clara. Lo que se generalmente se oculta detrás de las mismas palabras.

Después de tantos años de ser maestro, me he dado cuenta lo mucho que mis estudiantes me han enseñado.