Máximas e ironías
Máximas:
- No hay peor situación que un niño y una niña pobre, estudien en una escuela pobremente gestionada, pues su pobreza socioeconómica se verá crecer geométricamente.
- Una educación de calidad propicia, prioritariamente, una gestión pedagógica de calidad.
- Invertir sustancialmente en educación, no será la condición única para alcanzar una educación de calidad, pero si una requisito de entrada necesario.
- La calidad de ningún sistema educativo se sitúa por encima de la calidad de sus docentes (Informe McKinsey).
Otras máximas:
- La vida no empieza al nacer, sino con el desarrollo de la conciencia de ser y haber nacido.
- La juventud es el periodo de la intranquilidad; la vejez el del sosiego; La juventud va despedazada de un lado a otro debido a las pasiones, con poca alegría y muchas penalidades. A la atemperada vejez le dejan las pasiones en calma y, seguidamente, adquiere una apariencia contemplativa: pues el conocimiento se libera y se sitúa en lo más alto. (Schopenhauer).
- El Señor me liberó y yo bailo son… (Juan Luis Guerra).
Ironías cotidianas:
- La condición de éxito de un politiquero se mueve en razón inversa al fracaso escolar de un pueblo.
- Por lo tanto, una educación de baja calidad es la esperanza de éxito del politiquero o del negociante de la política.
- La función primera y principal de un AMET es la organización del desorden, premiando a sus primos de CONATRA y FENATRANO.
- Un periodista por televisión siempre tiene el seño fruncido, cuando se trata de convencernos de la irracionalidad y estupidez de sus ideas y reflexiones.
- Tomé una decisión importante para mi salud mental y mi conciencia plena, dejé de ver y escuchar ciertos programas de noticias y comentarios, radiales y televisivos, son un monumento a la ignorancia.
- La luz roja del semáforo no es indicativo de detener el vehículo, sino de que el otro, aquel que viene por la intersección, tome precauciones.