El tema de la educación de calidad es la excusa para muchas reuniones, encuentros, y discursos, sobre todo. Son muchos los foros nacionales e internacionales que han tenido como tema principal la calidad de la educación. En ocasiones he llegado a pensar, que es la manera de justificar miles de cosas, que sólo miran pero no hacen, lo que es básico –obvio- para poder desarrollar una educación de calidad, es decir, que todos los y las estudiantes aprendan.
El Informe McKinsey nos proporciona muchos elementos importantes para tomar serias decisiones, además de señalar cuestiones que son obvias, pero que de manera definitiva, no son las que hacemos, aunque decimos que son importantes.
Algunas cuestiones interesantes:
- Incrementar el gasto no genera necesariamente mejor calidad, en el caso de algunos países OCDE, a pesar de la inversión los resultados medidos por los logros de los estudiantes en PISA se estancaron. Tal es el caso de Reino Unido, Bélgica, Alemania, Francia entre otros. (Sólo que esto no justifica la baja inversión).
- La mera reducción de la proporción entre profesores y alumnos no mejora automáticamente los resultados.
- La educación de calidad, ante la brecha socioeconómica y cultural, pone la diferencia.
- La cultura no es determinante.
- La calidad consistente de la enseñanza es el factor más determinante en el rendimiento escolar.
El Informe, de la autoría de Mona Mourshed, Chinezi Chijioke y Michael Barber, señala tres factores fundamentales, que son las cosas que hacen los países con los más altos logros en la PISA 2003.
1. Primer Factor: “atraer a los mejores estudiantes para que se formen como docentes”:
Un docente de calidad, tiene una formación básica (primaria y secundaria) de calidad. La universidad no enseña a leer, como tampoco a comprender y analizar. Esas competencias se desarrollan durante la formación básica. La universidad quizás podría cualificar esas competencias, pero desarrollarlas de manera completa desde sus inicios, es una tarea algo difícil. Los estudios universitarios presuponen que dichas competencias están desarrolladas.
Si queremos maestros de calidad, necesitamos atraer hacia la carrera docente a los mejores estudiantes que salen del nivel medio. Si ellos son los que tienen la función de formar a los ciudadanos y ciudadanas de un país, deben no sólo ser los mejores, sino que su función debe ser la más valorada en dicho país. Eso es lo que hacen los países con mayores y mejores desempeños. Esos países seleccionan de manera rigurosa a quienes deberán cumplir la función docente. ¿Cómo pretender que un maestro con un bajo nivel de formación y de dominio de la lengua, pueda lograr que sus estudiantes desarrollen al máximo sus competencias y aprendan? Tal pretensión es una gran falacia. “Nadie enseña lo que no sabe o para lo que no está formado”. Si queremos ciudadanas y ciudadanos competentes, analíticos, creativos, críticos, no podemos depositar dicha tarea en quienes no tienen esas mismas competencias.
¿Quiénes estudian la carrera docente en nuestro país? En un alto porcentaje, aquellos que no tienen competencias para estudiar algunas de las ingenierías, medicina u otra carrera donde los niveles de exigencias son altos.
En un informe presentado por el Departamento de Pedagogía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, la mayoría de los estudiantes inscritos en sus diferentes carreras apenas alcanzaba un nivel de lectura de un estudiantes de 6º del Nivel Básico. Lo que es también muy preocupante, es que un número importante de estos estudiantes terminan graduándose y obteniendo un título de licenciado en alguna de las especialidades docentes.
Si queremos realmente una educación de calidad, y pretendemos alcanzar tal propósito, vamos a tener que empezar por transformar radicalmente la imagen social del maestro, ofreciendo un salario y condiciones de trabajo, que sean atractivos para que los mejores se interesen en el magisterio. Al mismo tiempo, desarrollar de manera seria la carrera docente, posibilitando que los mejores avancen y se desarrollen, al mismo tiempo que aquellos que no tienen las competencias puedan ser reubicados en otras responsabilidades, o en el peor de los casos, cancelados.
Asumir tal proceso implica, por un lado, una sólida concertación social de un plan de desarrollo magisterial, al mismo tiempo que la erradicación del clientelismo político. Los intereses educativos son cuestiones de estado y de nación.
2. Segundo Factor: “poner la mayor atención en la formación inicial de los docentes”:
Al mismo tiempo que se atraiga al mejor a la carrera docente, dicha formación de ser reestructurada de manera radical, y con ella, los propios departamentos responsables de la formación de maestros. El formador del formador debe ser una persona altamente competente. El mal debe ser atacado desde su raíz. El cuerpo docente universitario debe ser un personal de altas competencias científicas y pedagógicas. La propia oferta curricular debe ser asegurar los propósitos de formar maestros y docentes de calidad.
Los países con los más altos logros han mejorado la oferta de la formación inicial y en servicio (acompañamiento), al mismo tiempo que estimulan la revisión y la evaluación permanente de la práctica docente. En esta perspectiva, la formación del magisterio debe verse como un proceso continuo, que va mejorando y actualizando de manera sistemática las competencias que ese personal debe exhibir en práctica educativa.
Debe fomentarse de manera permanente en el maestro la innovación y la creatividad educativa, a fin de erradicar el anquilosamiento, la repetición continua y sin sentido de prácticas de aulas aburridas y desmotivadoras.
Todo este proceso será posible cuando el plan de formación de los maestros y docentes mantenga la continuidad de la formación inicial en la universidad, con el acompañamiento continuo de la práctica docente en el aula.
3. Tercer Factor: “desarrollar un sistema de aseguramiento de la calidad”:
Este tercer factor supone un proceso continuo de supervisión, acompañamiento y evaluación de los maestros y docentes en el aula y la escuela. En los países destacados hay estándares claros de lo que un maestro y docente de calidad debe “saber” y “debe saber hacer”. Sobre la base de esos estándares se organizan los procesos antes mencionados, al mismo tiempo que se especifican las decisiones que deberán ser tomadas en caso de encontrar una práctica educativa alejada de lo esperado. Esto supone una perspectiva de rendición de cuentas, en la cual se deben especificar de manera clara las consecuencias de una buena o mala práctica educativa. No puede seguir fomentándose la cultura de que los cargos y las funciones educativas son “eternas”, independientemente de cuales sean las características de la gestión.
El Informe McKinsey debe ser la ocasión para contestar algunas preguntas: ¿Qué es lo que todavía no hemos hecho en materia educativa para desarrollar una escuela y un maestro y docente de calidad? ¿Qué estamos haciendo mal y que debemos erradicar cuanto antes? ¿Cuáles son aquellas políticas y prácticas que son “buenas” para que se descontinúan?
En fin, se trata de repensar la educación para empezar a hacer lo que debe hacerse. Se trata de “transformar la gestión para transformar la escuela”.
Para mi economista y maestro en educación es el mejor informe del mundo sobre educación ni siquiera la UNESCO tiene en sus publicaci0nes una investigación de estas dimensiones,que además destruye mitos,creencias y teorías acerca de de la pedagogia y el aprendizaje,mucho menos de una universidad por famosa que sea.Además,es otra confirmación mundial de la teoría de Vigostky sobre la Zona de Desarrollo Próximo¿ la conclusión del informe no es la ZDP?.
Camilo Franco, México Universidad Autonoma de Sinaloa Unidad Académica Preparatoria V.I.Lenin.
Para mi economista y maestro en educación es el mejor informe del mundo sobre educación ni siquiera la UNESCO tiene en sus publicaci0nes una investigación de estas dimensiones,que además destruye mitos,creencias y teorías acerca de de la pedagogia y el aprendizaje,mucho menos de una universidad por famosa que sea.Además,es otra confirmación mundial de la teoría de Vigostky sobre la Zona de Desarrollo Próximo¿ la conclusión del informe no es la ZDP?.
Camilo Franco, México Universidad Autonoma de Sinaloa Unidad Académica Preparatoria V.I.Lenin.